El mundo del coaching y el mentoring se diversifica cada vez más. Si bien otrora la asesoría personal era una de las más demandadas, hoy, las grandes compañías contratan servicios para sus altos ejecutivos, encargados de área o para cualquier colaborador, de tal forma que sea un aporte a la organización. Incluso hay especializaciones orientadas al mundo de los emprendedores y startups.
El coaching puede abarcar a todos los profesionales y ejecutivos
Al interior de las empresas, el denominado “coaching ejecutivo” toma cada vez más importancia. Se refiere, básicamente, a “una relación individualizada y de colaboración, entre un ejecutivo y un coach, con el objetivo de conseguir un cambio sostenido en su comportamiento y transformar su calidad de vida personal y profesional”, como plantean Perry Zeus y Suzanne Skiffington, en su libro “Guía completa de coaching en el trabajo”, una especie de Biblia de esta disciplina a nivel mundial.
Según Carolina Miranda, coaching certificada y directora de DNA Outplacement Chile, en general, el objetivo es que los ejecutivos logren un proceso de transformación, entiendo “que busca que la persona tenga un crecimiento positivo para trabajar de mejor forma, tanto en su desempeño profesional, como personal, para lo cual, la persona debe darse cuenta cuáles son sus principales valores y fortalezas, dice Miranda.
En otras palabras, tomar conciencia de sus ventajas y debilidades, para luego hacer planes de acción para mejorar en el tiempo.
Por su parte, Marcela Jiménez, jefe de Área Desarrollo de Personas de Mando medio, opina: “El coaching en un profesional o jefatura, tiene como objetivo el desarrollo del plan táctico, habilidades de liderazgo, objetivos y planes de corto y mediano plazo”, dice Jiménez.
Es por esta razón, que -según los expertos- implementar un plan de este tipo en la organización, es algo que debería venir de la mano del área de RR.HH., para que esté alineado con la estrategia de la compañía.