Aprender a liderar en una crisis

Contratar capital humano siempre es un gran desafío que trae grandes expectativas e ilusiones. Conoce la reflexión de Ignacio González, Gerente General de Mandomedio.

Después de cuatro meses desde que comenzó la pandemia en Latinoamérica lo que primero recuerdo, son las conversaciones que he tenido con diferentes líderes de  empresas, en estas conversaciones hay temas comunes que aparecen, a veces más explicitas u otras veces más ocultas.

Si hago un resumen, creo que lo que más aparece es temor, cansancio, desánimo, características que no se quisieran ver en un líder, pero que las crisis logran sacar de ellos.

Creo que esto ocurre, porque las crisis exigen, muchas veces, cambiar el rumbo para transformar el problema en una oportunidad, y esto que quizás suena simple o como típica frase de libro de autoayuda en realidad es muy difícil, requiere mucho esfuerzo, porque se necesita cambiar.

¿Por qué es difícil cambiar para liderar en una crisis?

Porque cambiar requiere hacer cosas distintas, requiere aprender, requiere incorporar nuevas conductas, en resumen, requiere salirnos de nuestra zona de comodidad y entrar a la zona de crecimiento, para así saber liderar en una crisis.

Humanamente todo lo que hacemos en la vida, lo queremos hacer o llevar a nuestra zona de comodidad, las cosas que hacemos fuera de esa zona las consideramos negativas, porque generalmente requieren sufrimiento por el esfuerzo requerido, generan temor por cometer errores o por el fracaso, desánimo, por la perseverancia que se requiere al tener que volver a empezar y mucho cansancio, porque nuestra mente nos hace mirar el pasado y el futuro permanentemente para ver cómo nos alejamos de nuestra zona de comodidad y perdemos la conciencia del presente.

El proceso de adaptarse 

Esto último, la conciencia en el presente, creo que es clave para adaptarse, porqué nos permite hacernos cargo de lo poco que podemos controlar, nosotros, nuestras acciones y conductas y por eso, la crisis es un golpe a la soberbia, porqué nos hace ver la realidad que no podemos controlar la salud, el clima, el mercado y muchas cosas más.

Entonces nos queda poner nuestra parte, hacernos cargo de nuestras conductas y adquirir aquellas que necesitamos para el nuevo escenario post crisis.

Como ejemplo está el caso de una persona que tiene sobrepeso, es sedentaria y fuma y le descubren un problema al corazón, esa persona tiene dos opciones, se adapta a una nueva forma de vivir, dejar el cigarro, hacer deporte regularmente y comer menos y más sano o deberá en unos años tener una operación al corazón.

Lo más probable que ocurra es que termine en una operación, porque no pudo adaptarse y no pudo salir de su estado de comodidad.

¿Cómo empezar este proceso de liderar en una crisis?

Primero, dándonos cuenta que somos parte del problema.

Segundo, vivir conscientemente el presente haciéndonos cargo de nuestras acciones hoy y ahora sin pretextos que justifiquen el no hacerlas.

Tercero, dejar la cultura ojalatera, ojala no hubiera crisis, ojala no me pasara a mí, ojala etc.

Cuarto, orden que nos permita avanzar en los cambios que nos hemos planteado, audacia para atreverse y perseverancia, mucha perseverancia.

La invitación queda hecha, ahora solo depende de ustedes.

 

 

 

Escrito por Ignacio González

Gerente General Mandomedio

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