Chile es uno de los países en la OCDE que cuenta con más cantidad de horas de trabajo. Aún así, la reducción de jornada laboral en Chile fue, y sigue siendo, un tema bastante controversial.
Esto debido a que, por un lado, tenemos a quienes se oponen bajo la premisa de que esta implicaría un aumento del costo salarial por hora, lo que podría “poner en peligro” a 260 mil empleos.
Y, por el otro, tenemos a quienes están a favor de esta implementación, apuntando a que, contrario a lo que se afirma más arriba, esta disminución haría que se necesitasen más colaboradores para suplir las horas que queden disponibles.
Frente a dos visiones tan distintas, en las que participan principalmente economistas y empresarios, ¿qué se espera que ocurra en los meses venideros si se aprobara eventualmente esta ley?
Una teoría desarrollada por Carl Shapiro y Joseph Stiglitz (Nobel de economía), postula que el salario recibido influiría positivamente en la productividad de los colaboradores, así como también las mejoras en sus condiciones laborales.
Sin embargo, reducir la jornada laboral de 45 horas semanales podría significar un índice de productividad mayor que el mero incremento de sueldo; mayor tiempo de recreación, espacios de aprendizaje o bien pasar tiempo en familia, son algunos de los factores que, sumado a un mayor salario por hora, contribuirían a potenciar la productividad de un individuo.
Cabe mencionar además que la flexibilidad laboral es otro elemento importante que influye directamente en el nivel de satisfacción de los colaboradores y, por ende, también en su productividad.
Ahora bien, un impacto que sí o sí ocurriría, sería aquel aumento en el costo salarial por hora que mencionamos más arriba (y que aumentaría porcentualmente según lo que disminuya el horario laboral).
Tampoco se puede olvidar que esta regularización solo afectaría al sector formal (3,3 millones de personas), por lo que algunos expertos sugieren que podría contribuir a disminuir la informalidad laboral.
Por otro lado, de acuerdo al Centro de estudios públicos (CEP), “solo en Santiago vemos que quienes tardan menos de 30 minutos son menos del 50 por ciento y, nuevamente, solo en la capital se evidencian porcentajes relativamente altos de personas que requieren más de dos horas para llegar a sus empleos”.
También se indica un tiempo promedio de traslado actual de aproximadamente una hora, pudiendo incluso alcanzar tres, y que no está(n) considerada(s) dentro de la jornada laboral.
Dado todo lo anterior, una reducción en la jornada laboral podría significar una gran disminución en los niveles de estrés de los colaboradores, mayor productividad y satisfacción en su ambiente de trabajo.
En Chile se propuso reducir la jornada laboral 40 horas semanales y, como puedes ver, hay muchos factores y opiniones al respecto.
En lo que respecta a los colaboradores y a su vida personal se puede inferir que esta implementación consta de más aspectos positivos, pero aún hay ciertos detalles que deben pulirse. Por ejemplo, qué ocurre en el caso de las pymes.
Por ahora, el proyecto de ley permanece en la Comisión de Trabajo y no ha mostrado avances desde hace más de un año. No obstante, existe el pacto de reducción temporal de la jornada de trabajo, que puede reducir hasta un 50% las horas trabajadas.
Independiente de lo que ocurra, y si te interesa la productividad de tu espacio de trabajo, hacer una encuesta de clima laboral es un paso importante para identificar posibles problemas.
En Mandomedio nos importa cómo se encuentran los colaboradores. Por lo mismo, entregamos soluciones al área de recursos humanos de las empresas. Asimismo, ayudamos a alcanzar las metas profesionales de las personas.
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